Una sorpresa inesperada
Cuando Vicky, de 58 años, se sometió a una operación rutinaria, no imaginaba que al despertar le esperaría una nueva vida. Sin embargo, las complicaciones de la operación hicieron necesario que Vicky empezara a utilizar sondas intermitentes -una situación para la que no estaba preparada en absoluto- durante el resto de su vida.
Aunque tener que sondarse no debería impedirle hacer actividades normales, la idea de tener que vivir con sondaje intermitente era casi inimaginable para Vicky; ¿cómo iba a salir? ¿Iba a viajar?
Cuando me dijeron por primera vez que tendría que sondarme, no me sentí nada feliz. Durante bastante tiempo, probablemente unos seis meses, sentí que iba a ser una forma muy mala de vivir». Mi marido me decía «piensa en positivo, vamos a estar bien. Seguiremos de vacaciones», pero yo no me sentía cómoda con nada de eso.

Volver a una vida activa
Los médicos aseguraron a Vicky que podría seguir llevando una vida activa, pero a ella le costaba creer que eso fuera posible. Vicky estaba convencida de que su nuevo régimen de sondaje le dificultaría salir de casa y de que su libertad había quedado truncada:
Pensaba que nunca podría volver a irme de vacaciones, ya que es más difícil con el sondaje. Tengo que ser cuidadosa y saber a dónde voy, porque cuando estás fuera necesitas usar instalaciones públicas, y eso en sí mismo puede ser muy abrumador. Simplemente no me sentía cómoda con ello.
Sin embargo, tras aprender a gestionar su rutina y a tomar las medidas necesarias que requiere la vida con una sonda, Vicky ha recuperado la confianza en sí misma para salir a la calle. Ha vuelto a llevar una vida activa con una de sus mayores aficiones: los bolos sobre hierba.
Los bolos sobre hierba son una parte importante de nuestra vida. Llevamos haciéndolo unos 10 años. Antes no me cateterizaba cuando salía. Esperaba. Pero ahora me siento mucho más cómoda con esa parte. Puedo hacerlo cuando estoy fuera; solo tengo que planificar mi día.

Soñando con la próxima aventura vacacional
Además de jugar a los bolos sobre hierba, Vicky también es una entusiasta de los viajes. Aunque ir de vacaciones puede ser un poco más complicado con la sonda, Vicky está segura de que el futuro ofrece oportunidades para nuevas aventuras:
Simplemente me llevo mi pequeña bolso de mano y allí tengo todo lo que necesito para arreglármelas. Creo que los baños para discapacitados son los mejores porque son privados; no tienes que preocuparte de cuánto tiempo vas a estar allí. Cuando entro, tengo que hacer una especie de reconocimiento y pensar qué voy a hacer. Creo que el futuro es bastante prometedor, he aceptado lo que tengo que hacer y me gustaría viajar más e ir al extranjero.