La irrigación transanal (ITA) puede parecer complicada, sobre todo al principio si es con tu hijo. Sin embargo, nuestra experiencia nos demuestra que tras 4-12 semanas, la rutina se consigue establecer con éxito y el uso de la ITA pasa a ser una parte fundamental del día a día de tu hijo que le ayudará a sentirse bien.
Prepárate para irrigar a tu hijo
Antes de iniciar el proceso de irrigación, te recomendamos que vuelvas a leer el folleto de instrucciones de uso de Peristeen Plus para estar seguro de cómo proceder. Demostrar a tu hijo que tienes claro cómo completar una irrigación le ayudará a disipar sus preocupaciones y a tener más confianza en el proceso de ITA.
También puede ayudarte utilizar una lista de comprobación de la irrigación para asegurarte de que lo tienes todo en orden antes de empezar. De esta forma estarás seguro de haber reunido todo lo que necesitas para comenzar la irrigación y te ahorrará estrés durante el proceso.

Momento de la Irrigación Transanal
Es posible que tengas que realizar la irrigación de tu hijo, sobre todo al principio y en el caso de los niños más pequeños. Sin embargo, es importante que ellos sigan sintiendo que tienen el control en esta situación y entiendan lo que está pasando.
Aquí te dejamos algunas formas de incluir a tu hijo en el proceso:
Una buena forma de empezar es sugiriéndole que llene la bolsa de agua. La bolsa Peristeen Plus debe llenarse por completo para que funcione correctamente y se mantenga en el suelo después, cerrando la tapa encajándola en su sitio.
Puedes pedirle a tu hijo que compruebe la temperatura del agua, así como el indicador de temperatura de color. El color verde indica que el agua está a la temperatura adecuada (entre 34-40°C). El agua demasiado caliente puede dañar el delicado revestimiento del intestino. El agua demasiado fría puede provocar calambres estomacales. Si tienes dudas o no distingues los colores, pásate el agua por la muñeca para comprobar si está tibia.
Puedes pedir a tu hijo que coloque las distintas partes de Peristeen Plus. Puedes enseñarle a conectar el tubo a la bolsa de agua y a colocar la sonda.
Dependiendo de la edad de tu hijo, es probable que tengas que introducir la sonda tu mismo siempre teniendo en cuenta que tiene que ser hecho sin presión y que es recomendable adoptar posiciones cómodas para maximizar su comodidad. El médico o la enfermera pueden orientarte sobre la mejor manera de introducir la sonda.
Es importante tener en cuenta que, con la sonda balón, debe prestarse atención a cuántos bombeos de aire se utilizan. Para el tamaño pequeño de la sonda, un bombeo de aire suele ser suficiente para evitar fugas y no superar dos bombeos suele evitar que el balón se rompa. Para el tamaño de sonda standard, suelen ser suficientes de uno a tres bombeos completos para evitar fugas y no superar más de cuatro bombeos completos evita la rotura del balón. Supervisa cuidadosamente a tu hijo si bombea la sonda él mismo.
Con tu supervisión, tu hijo también podrá bombear la cantidad recomendada de agua en el intestino.
Si utilizas la sonda con globo, pueden girar en el mando en sentido contrario de las agujas del reloj hasta el símbolo turquesa del agua y una vez hecho esto, puedes desinflar el globo girando el mando en sentido contrario a las agujas del reloj hasta el símbolo gris de desinflado para a continuación, retirar suavemente la sonda del recto.
Si utiliza la sonda cónica, tu hijo puede utilizarla girando el mando hasta el símbolo de agua turquesa. Una vez hecho esto, puede girar el mando hasta el símbolo blanco de parada de agua y retirar suavemente la sonda cónica.
Si tu hijo puede hacerlo sin peligro, asegúrate de que su hijo tiene algo de intimidad mientras evacua. A medida que crezca, es posible que lo necesite.
El tiempo necesario para que los intestinos se vacíen es diferente para cada niño, pero por término medio este proceso tarda 35 minutos. Si estás con tu hijo durante este tiempo, intenta entretenerle o distraerle de alguna manera para que esté relajado durante este proceso.
Puedes aprovechar este tiempo para:
- Leer juntos un libro
- Ver un episodio de sus dibujos animados favoritos en un iPad
- Hablar sobre cómo fue el día
Si a tu hijo le cuesta vaciar el intestino después de introducir el agua, puede que sea necesario realizar algún masaje abdominal sencillo para poner las cosas en movimiento. Si ayudas a un niño pequeño, puedes hacerlo tú mismo. Si son un poco mayores, puedes enseñarles qué hacer. Algunos estiramientos y giros adicionales también pueden ayudar a estimular el movimiento intestinal.
Cuando el intestino de tu hijo esté vacío, podéis vaciar y secar juntos el sistema.
Comunícate con tu hijo en todo momento
A lo largo de la irrigación, intenta que tu hijo participe siempre que sea posible. Esto le ayudará a desarrollar más independencia en relación con la ITA. En los casos en que no sea posible, explícale lo que estás haciendo para que no se preocupe por lo que ocurre y sienta que tiene el control, de esta forma conocerá la teoría del proceso.