Un estilo de vida activo es un regalo fantástico que siempre puedes hacerte a tí mismo. El ejercicio diario puede contribuir a tu bienestar físico y mental. Puede darte más energía, además de hacerte más fuerte y prepararte mejor para afrontar tus problemas intestinales.
Ejercicio en mi vida diaria: ¡los beneficios!
La actividad física siempre es buena idea ya que puede ayudarte tanto física como mentalmente.

Aumenta tu confianza
El ejercicio regular es estupendo para recuperar el contacto con uno mismo. Si vives con una disfunción intestinal, ésta puede ocupar un lugar destacado en cómo te defines a ti mismo. La actividad física puede ayudarte a apreciar tu cuerpo, a aprender lo que puedes hacer y a desarrollar tu propia identidad y autoconciencia.
El ejercicio puede ayudarte a tener la energía y el ánimo que necesitas para recuperar tu estilo de vida y reducir cualquier impacto que tus problemas intestinales puedan tener en tu bienestar mental.
Gestionar el estrés
Con este nuevo impulso a tus niveles de confianza y energía, también puedes descubrir que puedes afrontar mejor el estrés. En última instancia, esto puede ayudarte a gestionar tu rutina de ITA de forma más eficaz.
Para algunos, los ejercicios como nadar, correr o montar en bicicleta también proporcionan ese momento de tranquilidad y soledad que te ofrece la oportunidad de reflexionar y poner en orden tus pensamientos.
Una oportunidad para socializar
Para otras personas, el deporte y la vida social van a menudo de la mano. Si practicas deporte en grupo ampliarás tu círculo social, puede que incluso hagas nuevos amigos. En un día en el que te sientas mal por tus problemas intestinales, un grupo social diferente y una distracción pueden ser exactamente lo que necesitas.
La actividad física adecuada para mí
Cada persona tiene su propio nivel y lo que es bueno para una persona puede no serlo para otra. No pasa nada, tómate tu tiempo para saber qué te conviene a ti y a tus necesidades. Echa un vistazo a algunas sugerencias sencillas para empezar:

Aprovecha las actividades que la zona donde vives ofrece
No hace falta ir muy lejos para encontrar formas sencillas de hacer más ejercicio. Dedicar tiempo a explorar la zona a pie o, si es posible, en bicicleta, son dos formas estupendas de quemar calorías sin demasiada planificación. También puedes retarte a ti mismo alargando tus rutas o tomando caminos más desafiantes si lo deseas. Cuando te retas a ir más lejos, tu fuerza y tu resistencia mejoran.
La natación y el aeróbic acuático también son formas estupendas de mantenerse en forma. Con el peso soportado por el agua, la natación ejercita los músculos con un riesgo mínimo de lesiones. Estas actividades también pueden ayudarte a desarrollar más flexibilidad, y es una buena opción si tienes artritis.
Ejercicio en casa
No siempre hay que salir a la calle para ponerse en forma. Cada vez hay más gente que se mantiene en forma entrenando en casa, y tú también puedes hacerlo. Tal vez te apetezca invertir en unas pesas y probar algunos ejercicios de fuerza, puede ser una buena opción si no tienes mucha movilidad, pero quieres gastar energía.
El entrenamiento de fuerza con pesas o bandas de resistencia puede ayudarte a mantener o desarrollar la musculatura, aumentando tu resistencia, y puede reducir el riesgo de lesiones articulares, ayudándote a mantenerte delgado y sano.
Practicar deportes de equipo
Participar en deportes de equipo puede ser una forma estupenda de mantenerte en forma: ¡los demás cuentan contigo! Al participar en deportes de equipo, puede que incluso te resulte más fácil pensar en otras cosas al estar distraído por los demás.
Puede que quieras unirte a un equipo local y participar en competiciones o solamente jugar para distraerte. Puedes practicar deporte como el fútbol, el tenis, el baloncesto y similares. Deportes como el golf también pueden ser una forma fantástica de combinar el ejercicio con el aire fresco y el tiempo con los amigos.
Si quieres saber más sobre clubes deportivos locales puedes ponerte en contacto con grupos de apoyo de tu zona. Otros usuarios de ITA podrán aconsejarte sobre qué clubes deportivos y ejercicios les han funcionado.

Normalmente no hago ejercicio, ¿qué debo hacer?
No importa. Toda actividad física es un paso en la dirección correcta y puede promover un estilo de vida más saludable. Empieza poco a poco y ve aumentando a partir de ahí. Puedes empezar con un simple paseo para que tu cuerpo se acostumbre a tu nuevo estilo de vida más saludable.
Si te cuesta motivarte, acude a un amigo o familiar para que te apoye. Incluir a otras personas en tus planes de ejercicio puede ayudarte a seguir por el buen camino.