Organizar la vuelta al trabajo con la empresa
Es importante que te sientas cómodo al volver al trabajo después de un tiempo de descanso. Junto con tu jefe o representante de RR.HH, puede que tengas que acordar cambios en tu trabajo diario o en tu horario mientras tu intestino se acostumbra a su nueva rutina de ITA. En esta conversación, puedes acordar lo siguiente:
- horario reducido
- tareas más ligeras
- diferentes obligaciones
A la hora de acordar un plan, también debes pensar en su duración, así como en la retribución de los empleados, incluida la posibilidad de subsidios por enfermedad.
Gestiona tus irrigaciones en función al trabajo
Con la ITA, es importante que mantengas una buena rutina. Puede ser útil irrigarse a la misma hora todos los días o cada dos días y es importante que te atengas a la frecuencia prescrita, ya que esto te ayudará a lograr resultados óptimos.
Tómate un momento para pensar cuál es el momento en que tu rutina de ITA encaja mejor en tu vida laboral. A título orientativo, deberías tardar aproximadamente 30 minutos en vaciar el intestino, más algo de tiempo de preparación y limpieza para completar tu rutina de ITA. Asegúrate de tenerlo en cuenta en tus planes si tienes intención de irrigarte por las mañanas antes de ir a trabajar.
Suele ser una buena idea realizar una irrigación entre 20 y 30 minutos después de comer; si a esto le añadimos el tiempo que se tarda en completar la irrigación, es posible que la irrigación nocturna se adapte mejor a tu estilo de vida si trabajas en turno de noche. La ITA puede ayudarte a permanecer continente hasta 2 días, puedes irrigarte por la noche antes del trabajo y seguir sintiéndote seguro de tu intestino al día siguiente en la oficina.
Si tienes alguna duda sobre tu rutina o no estás seguro de cómo gestionar la ITA en tu vida laboral, ponte en contacto con tu asesor de Coloplast Care en el 900 210 474 (de lunes a jueves de 8:30-17:30 y viernes de 8:30-14:00), estará encantado de ayudarte.
Practica tu vuelta al trabajo
Antes de reincorporarte al trabajo, puedes hacer una prueba para quedarte tranquilo. Levántate a la hora a la que tienes previsto empezar el día y completa el trayecto de ida y vuelta al trabajo. Realiza la irrigación cuando tengas previsto hacerlo y evalúa cómo te sientes después. Esto te ayudará a hacerte una idea de cómo ha afectado tu rutina de ITA a tu día y si la has realizado en el momento adecuado.
Hablar de la ITA en el trabajo
Tus compañeros estarán encantados de tenerte de vuelta. Esto puede significar que te hagan preguntas sobre tu ausencia o, si conocen tus problemas, que te pregunten sobre tu tratamiento. Tú decides si quieres compartir esta información con las personas con las que te relacionas.
Sugerencia: puede que quieras centrarte en cómo la ITA ha mejorado tu calidad de vida y te ha ayudado a recuperar la confianza para volver al trabajo, en vez de centrarte en los detalles técnicos de la irrigación transanal. Nunca sientas que tienes que explicar detalles sobre tus problemas intestinales o tu tratamiento. Tú decides cuándo y qué quieres contar.
No obstante, puede ser una buena idea contar con un compañero que conozca un poco mejor tu situación, por si tienes algún accidente. De este modo, dispondrás de una red de apoyo que podrá ayudarte discretamente en caso necesario, lo que puede suponer una capa adicional de seguridad al reincorporarte por primera vez al trabajo.
También disfruto de la parte social del trabajo
La vida laboral no es sólo trabajo y nada de diversión. La ITA puede permitir que las personas con disfunción intestinal se sientan seguras al participar en actividades sociales. Una vez que te hayas acostumbrado de nuevo a la vida laboral y a encajar tu rutina de ITA en tu día a día, asegúrate de no descuidar el lado social de tu trabajo.
Si hay actividades después del trabajo o un evento social próximo, reflexiona sobre si es algo en lo que te sientes cómodo. Si antes no hubieras dudado en participar en un acto social, inténtalo de nuevo. Con el control que puede proporcionarte la ITA, puedes permitirte hacer vida social después del trabajo sin preocuparte por tu intestino.
Siempre puedes hacer una rápida comprobación sensorial para decidir si te sentirás cómodo en una determinada situación social. Piensa en quién más estará allí, dónde se celebrarán los actos y qué instalaciones hay cerca. Si sales a tomar algo o a comer fuera, piensa también en la comida y en si hay algo que te pueda sentar mal al estómago o al intestino más adelante.
Reflexionar sobre estos puntos te ayudará a sentir que tienes el control y mejor preparado para socializar con tus compañeros. Y no te preocupes, aunque al principio te parezca un gran reto, con el tiempo volverás a tener una vida social activa.
