Ostomate Andria in a mermaid suit

Andria: El reto que superé fue mi propia mentalidad

"Sigo siendo la misma persona de siempre: una madre, una jinete de caballos, una sirena... una futura novia".

Afrontar un cambio inesperado

En todos los cuentos de hadas, el héroe se encuentra con un reto, un obstáculo, algo que le ha sucedido y que no puede comprender ni entender. Como en estos cuentos de hadas, la historia de esta madre empezó con un diagnóstico de cáncer hace dos años y, de repente, toda su vida cambió.

Estoy segura de que todos estamos de acuerdo en que el cambio puede ser algo difícil de aceptar y lo que he aprendido en mi cuento de hadas es a ser valiente y aceptar todos los cambios repentinos de la vida. Cuando me diagnosticaron cáncer de colon y recto en 2016, me dijeron que en dos semanas me sometería a una operación de 11 horas y que me harían una ileostomía. Era la primera vez en mi vida que oía la palabra "ileostomía" y no sabía lo que aquella cirugía implicaba.

Andria riding the horse

Afrontar los retos de uno en uno

Ahí empezó mi largo viaje para convertirme en una persona ostomizada. Parte del reto consistió en informarme sobre este nuevo y extraño concepto para mí. Lo hice a través de muchas vías, grupos de apoyo, médicos y compañeros ostomizados (personas que ya habían pasado por ello). Fue a través de estas conversaciones que escuché las maravillosas historias de los luchadores que estaban intentado tener una vida lo más activa posible. Saber que había gente que vivía con ello y que tenían una buena calidad de vida me dio fuerzas.
Mi primer reto fue el de aceptar mi nuevo cuerpo y estar agradecida por haber encontrado la forma de sanarlo con la cirugía.
El miedo a las fugas me paralizaba, así que encontrar productos con un sistema de cierre de la bolsa generó una mejora en mi confianza. Coloplast me dio la confianza que necesitaba para volver a montar a caballo y ponerme la cola de sirena sabiendo que estaría a salvo de accidentes y fugas. Puse los productos a prueba y aguantaron sin problema. En mi caso, vivir con la seguridad que no tendría ningún accidente me dio las fuerzas que necesitaba, estaba decidida a luchar por conseguir volver a mis hobbies y rutinas anteriores, la vida hay que disfrutarla.

Aislarse es lo más fácil cuando tienes un cambio corporal importante en tu vida, yo lucho contra esto todos los días.

Andria in a wedding dress

La mente es poderosa

El reto que superé fue el luchar contra mi propia mente.
Me comprometí justo antes de que me diagnosticaran la enfermedad y después de la operación no podía ni imaginarme probándome un vestido de novia, y mucho menos caminar hacia el altar. Pensar en llevar el vestido de novia blanco sabiendo que debajo estaba llevando mí bolsa de ostomía me hacía pensar que algo no iría bien. Pero tras probar los dispositivos de Coloplast, todos mis temores se disiparon. A medida que el tiempo pasaba, me conocía más y más los productos, su uso y cómo reaccionaba mi cuerpo. Es en ese momento cuando me di cuenta de que había recuperado mi vida, ya podía hacer todo lo que había hecho antes y más. Sólo tenía que salir, ponérmelo y disfrutar de la vida.

Ahora sigo siendo la misma persona que siempre fui, una madre, una jinete de caballos que oye sus cascos golpear el suelo, no sólo en sueños sino en la vida real, una sirena... una futura novia. Que por fin se probó su vestido de novia blanco.
Una mujer más fuerte que vive con una ostomía que le permite ser ella misma y enfrentarse a todos los retos; los supera y vive una vida llena de calidad.

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