Kevin returning to work as a firefighter with an ostomy

Kevin: Volver al trabajo con una ostomía

"Con mi ostomía el cielo es el límite, ahora puedo hacer lo que quiera".

Era hora de recuperar mi vida

Para Kevin, volver a trabajar como bombero era importante. Le encantaba su trabajo y era el principal sustento de su hogar, formado por su mujer Trudy y sus dos hijos, de 19 y 15 años:

"Después de lidiar con la colitis ulcerosa y varios medicamentos durante 20 años, además de las frecuentes idas al baño, decidí que era hora de recuperar mi vida y operarme de la ileostomía. Me uní a un grupo de apoyo de Ostomizados y me emparejaron con tres compañeros de grupo. Así que después de las primeras charlas antes de la operación de ostomía, estaba preparada mentalmente".

Keving at work

Establecer una rutina sólida

Después de la operación, Kevin tuvo que establecer una rutina para cuidar de su ostomía;

"Descubrir lo que te funciona es clave, no sólo en el cambio de aparato, sino también en los productos que utilizas. Probé diferentes productos, antes de encontrar los que mejor me funcionan".

Pero antes de volver al trabajo, también era importante que Kevin se sintiera cómodo con su nuevo cuerpo. Se unió a dos grupos de apoyo de ostomía y dedicó tiempo a hablar con su familia y compañeros de trabajo sobre el tema. Kevin pronto descubrió que ser abierto y hacer bromas sobre su ostomía ayudaba a la gente a aceptarla:

"Me ayudó hablar abiertamente de mi ostomía y contar a todos los que me escuchan no sólo cómo era mi vida antes, sino también ahora, con mi ostomía. Cuando los demás lo saben, lo entienden y te ven seguir adelante y disfrutar de la vida, se vuelven más conscientes y te aceptan no sólo a ti, sino también a tu ostomía. Educar a la gente que no lo entiende me ayudó a aceptarlo mentalmente y a seguir disfrutando de la vida".

Vuelta al trabajo

Tras la operación, Kevin se tomó su tiempo para recuperarse, tanto física como mentalmente. Al principio, Kevin se reincorporó al trabajo para asegurarse de que podía superar los días, pero al cabo de un mes volvió al trabajo a tiempo completo:

"Sólo tú tienes el poder de volver a trabajar. Me tomé tres meses de baja para asegurarme de que mi cuerpo se había curado lo suficiente. Cuando volví, empecé con tareas adaptadas, trabajando 4 horas al día y aumentando 2 horas cada semana hasta que volví a trabajar jornadas completas. La clave es empezar despacio y escuchar al cuerpo. Además, educa a tus compañeros de trabajo para que sepan que hay vida después de una ostomía y que nada puede frenarte. Es importante que todos vean que puedes vivir la vida y volver a trabajar".

Hoy, Kevin lleva una vida normal, como antes de la ostomía. Cree que, con su ostomía, el cielo es el límite:

"Ahora puedo hacer lo que quiera. Puedo seguir viajando, comer lo que hacía antes y volver a hacer lo que me gusta."

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