La reincorporación al trabajo tras una operación de ostomía puede suponer un reto y generar ansiedad.
Aunque el equipo médico te de el visto bueno para reincorporarte a su estilo de vida normal, tu mente tiende a darle demasiadas vueltas a todo lo relacionado con salir de tu zona de confort del "postoperatorio" y volver al trabajo real de ser un miembro activo de la sociedad.
Louise comparte amablemente su historia y algunos consejos prácticos:
Volví al trabajo en mayo de 2017. Había pasado más de un año sin trabajar: lidiando con mi condición médica y luego con las dos cirugías; la última de las cuales resultó en la creación de mi estoma. Me tomé mi tiempo para recuperarme de todos los aspectos de mi cirugía, un lujo que sé que muchos no pueden o no se permiten.
Empecé un nuevo trabajo, en un nuevo lugar; así que no solo volvía al trabajo, sino que también me trasladaba.
Desde el principio del proceso de solicitud fui sincera y abierta sobre mi estoma. Afortunadamente, me apoyaron mucho al respecto y me preguntaron cómo podían ayudarme para que me sintiese cómoda. De ninguna manera recibo un trato especial, pero puedo trabajar y gestionar mi EII y mi estoma de la mejor manera. Gracias a mi fuerza de voluntad y a mi testarudez, me esfuerzo mucho por hacer lo mismo que los demás, a pesar de que sé que sufro mucho por la fatiga y el dolor.
No he tenido ninguna reacción negativa a mi estoma ni a mi enfermedad.
Al principio me preocupaba mucho lo que pensaría todo el mundo de mí, ya que probablemente no sabían quién era ni por qué me había decidido por este papel. Pero siempre he hablado activamente de mi EII y tener un estoma no ha cambiado ningún aspecto de ello; seguía queriendo encontrar una voz para explicar cómo era vivir con una enfermedad invisible y crónica, así como vivir con un estoma. Así que no dejé de hablar de nada de ello en el trabajo. No quería esconderme, así que aprendí a calibrar la reacción de la gente y si debía decir más o dejar que vinieran a preguntarme cosas. Y, en general, no he tenido ninguna reacción negativa hacia mi estoma o mi enfermedad.
En lo que respecta a mi trabajo, tengo acceso al aseo para discapacitados y puedo tomarme un tiempo para cambiarme de dispositivo, lo cual me da mucha tranquilidad, y la verdad es que sólo he tenido que usarlo unas pocas veces en el tiempo que llevo allí. También tengo tiempo para acudir a mis citas en el hospital y para tomar mi medicación.
Al cabo de unos cuatro meses, tuve un repentino y grave brote de la enfermedad de Crohn. Me ingresaron en el hospital en numerosas ocasiones en un periodo de seis semanas y estuve de baja un total de 9 semanas. Durante ese tiempo, me preocupaba constantemente perder mi trabajo y no poder pagar las facturas. Pero no fue así en absoluto: volví a trabajar en octubre con un horario reducido y luego pasé a
tiempo completo. El apoyo y la comprensión que recibí entonces, y que sigo recibiendo de mi jefe y mis compañeros, son increibles.
No voy a mentir; trabajar teniendo un estoma no siempre es perfecto y a veces es un reto. He descubierto que mi mayor obstáculo es que sigo sintiéndome culpable por estar enferma; sé que no tengo la culpa de faltar al trabajo o de encontrarme mal. Nos pasa a todos, pero a mí con más frecuencia. Tener un jefe que te comprenda y se preocupe por tus circunstancias es útil, pero tener compañeros que también te comprendan también ayuda. Significa que se dan cuenta cuando falto y también cuando no me encuentro bien en el trabajo. Tener gente a mi lado me hace la vida un poco más fácil.
Estos son mis consejos para volver al trabajo:
Sé sincero y abierto al respecto, tanto como creas que puedes.
Si vas a reincorporarte a tu antiguo puesto, asegúrate de que puede hacerlo de forma escalonada: adaptarse a una nueva rutina es difícil al principio.
Los nervios por el regreso son normales.
Prepara material aEmpaque suministros adicionales para que pueda cambiar su aparato en el trabajo.
Habla si necesitas ayuda; no es ninguna vergüenza, y sufrir en silencio sólo te hará daño; mental y físicamente.
Recuerda que acabas de operarte. Ya sea hace seis meses, un año, lo que sea,
¡ahora tienes un estilo de vida diferente con menos intestinos!
Tómate tu tiempo para volver a trabajar a pleno rendimiento. Un buen empresario debe respetarte y no presionarte demasiado pronto.
Está bien no hacer todo lo que hacen los demás. Mientras el acuerdo con tu empresa te haga feliz y te haga sentir cómodo, eso es lo único que importa.
Por favor, ten cuidado y cuídate. Los estomas son impredecibles a veces y las cosas pueden cambiar en horas. Ten cuidado con la deshidratación, los bloqueos y las enfermedades.
¡Disfrute de su nuevo estilo de vida! ¡Disfruta de tu nueva vida!
