Enfrentarse a los cambios después de la cirugía de ostomía puede ser un viaje lleno de baches con algunos altibajos en el camino. Cierto es que no hay un remedio mágico, pero con el tiempo conseguirás el equilibrio y la felicidad en tu vida, al igual que han hecho otras personas que han pasado por retos similares.

Cuando la frustración aparece
Al principio, probablemente te preocuparía el cómo te iba a afectar la cirugía, aunque supieses que esta era esencial para tu recuperación.
Pero a medida que empiezas a volver a la vida cotidiana, pueden empezar a surgir sentimientos contradictorios y de frustración. Aunque no existe una solución universal para lidiar con estos sentimientos, hay ciertas cosas que puedes hacer para recuperar el equilibrio en tu vida.
Toma el control
No es raro que sientas que tienes una pérdida de control sobre tu situación. Si ese es el caso, debes tomar parte activa en todas las decisiones relativas a tu ostomía, desde la elección de tus productos hasta el establecimiento de los límites de lo que estás y no estás dispuesto a hacer. Esto te dará una mayor sensación de control, y eso sin duda te hará sentir más fuerte.

Sigues siendo la misma persona
También es bastante natural sentir una cierta sensación de pérdida de identidad, como si de alguna manera te convirtieras en alguien diferente después de la cirugía.
En ese aspecto es importante seguir haciendo cosas que solías hacer y con las que disfrutabas. Tienes que tener en mente que, aunque puedas llegar a sentir cierta nostalgia por las actividades que llevabas a cabo antes de la cirugía, este sentimiento no debe tener un papel principal en tu día a día ya que lo más seguro es que consigas realizar muchas de las que solías hacer poco tiempo después de tu cirugía.
Haz una lista de todas las cosas que solías hacer y disfrutar antes, y asegúrate de seguir haciendo al menos algunas de ellas cada mes. Y recuerda: lo único que ha cambiado son tus circunstancias físicas. No lo que eres como persona.