Pasar por los cambios que has sufrido no es sólo un reto físico, sino también mental.
Perder algo que siempre has conocido puede ser muy desconcertante. Esto es cierto para casi todo el mundo, no sólo para las personas con una ostomía. Muchas personas perciben su cuerpo como una especie de materialización de su identidad, y cuando eso cambia radicalmente, como ocurre con la cirugía de ostomía, puede hacer tambalear la comprensión de quién es.
Permítete un tiempo de duelo
Un cambio drástico como tener una ostomía puede provocar sentimientos de alienación, y la mayoría de las personas tendrán algún tipo de dificultad para aceptar la ostomía como parte de ellos.
Con el tiempo, el sentimiento de alienación desaparecerá, pero hasta que lo haga, es importante que te permitas llorar por lo que sientes que tenías y ahora te falta. El duelo puede ser una parte positiva y necesaria del proceso, y no algo que debas reprimir o temer.
Por supuesto, si experimentas un estrés extremo o un sentimiento de desesperanza, debes buscar ayuda profesional inmediatamente. Si no estás seguro
de qué hacer, llama a tu médico o a tu enfermera estomaterapeuta y hazles saber con la mayor sinceridad posible cómo te sientes.
¿Seré una carga?
Una preocupación común para las personas con una ostomía es ser una carga para su entorno, lo que lleva a algunos a mantener su ostomía en secreto, o al menos como algo tabú. Dejar que las personas que se preocupan por ti te ayuden, probablemente hará que las cosas sean mucho más fáciles.
Tus amigos y familiares probablemente estén buscando formas de apoyarte, así que nunca te sientas mal por permitírselo, ya que sólo se sentirán privilegiados por estar incluidos.
¿Volveré a ser yo mismo?
Cuando estás pasando por el proceso de curación mental, es muy normal que empieces a temer si alguna vez serás capaz de liberarte realmente de los pensamientos infelices.
Intenta permitirte un poco de descanso mental no presionándote para sentirte de una manera determinada. Hay cosas que necesitan un tiempo para llegar a suceder.
La mente es fuerte y hermosa, y puede sanar de manera extraordinaria si se lo permitimos. Pero al igual que el proceso de curación física después de la cirugía lleva su tiempo, también lo hace la curación emocional. Volverás a ser tú mismo, aunque en una versión ligeramente diferente, quizá incluso más fuerte que antes.
¿Sientes que estás atascado?
Si crees que has esperado mucho tiempo a que se produzcan avances, no te prives de buscar ayuda profesional. Tu médico o tu enfermera estomaterapeuta pueden sin duda orientarte en la dirección correcta si es necesario.
