La intimidad y las relaciones sexuales son una parte natural de tu vida. Obviamente, la operación ha cambiado tu cuerpo, pero a pesar de lo que vemos en los anuncios y las películas, no es necesario un cuerpo perfecto para tener una vida sexual plena.
Cuanto antes empieces a sentirte cómodo con los cambios en tu cuerpo, mejor: ¡tu ostomía no es la que determina tus limitaciones en cuanto a la intimidad!

Nada bueno sale de la ansiedad
Es importante sentirse bien, no sólo físicamente sino también psicológicamente. La ansiedad y las dudas afectan tanto al deseo como a la función sexual, e impiden que te centres en tu pareja. La autoestima y la confianza en uno mismo no sólo te hacen sentirte bien, sino que también ayudan a tu pareja a sentirse mejor.
Necesitas tiempo para adaptarte
También es importante la aceptación, tanto de la pareja como de uno mismo. Evita presionarte a ti mismo. Intenta aceptar que no pasa nada si pasa un tiempo antes de que tu vida íntima vuelva a ser lo que era antes.
El sexo es más que el coito
Recuerda que las relaciones íntimas son mucho más que el coito, y pueden ser satisfactorias y divertidas a partes iguales. Tómate el tiempo necesario para disfrutar simplemente de las caricias, los abrazos, y los besos; No tengas prisa, con el tiempo verás que te vas sintiendo más preparado para el coito de una forma natural. Enlace a la página Hablar de sexo.