Es importante poder hablar de la intimidad con tu pareja de forma relajada y sin presiones. Aunque al principio te cueste más, puedes estar casi seguro de que servirá para reforzar el vínculo de respeto y confianza entre vosotros. Esto también es cierto si estás saliendo con alguien o estás pensando en conocer a alguien nuevo.

Comparte tus sentimientos
Ten la mente abierta para hablar de tus sentimientos también, esto ayudará a que tu pareja no malinterprete una reticencia inicial a tener relaciones sexuales.
Además de esto, no debes malinterpretar como un rechazo, si tu pareja está preocupada por dañar tu estoma. En cambio, comparte tus preocupaciones y escucha las de tu pareja.
Las preocupaciones más habituales suelen ser:
- Limitaciones físicas como sequedad vaginal o problemas de erección
- Dolor
- Temores en cuanto a olores, fugas o rechazo
- Ira, resentimiento o culpa, que interfieren con el deseo de tener sexo
El secreto de una vida sexual feliz
Ten en cuenta que tu actitud es probablemente el ingrediente más importante para una vida sexual feliz. Así que haz lo que consideres necesario para sentirte relajada, libre y a gusto con tu cuerpo. Y hablar de estos temas es un gran paso adelante.