Clive: The first year of living with an ostomy

Clive: El primer año de vida con una ostomía

Clive comparte su experiencia de salir a cenar y retomar sus antiguas aficiones el primer año después de su operación.

Unos días después de la operación, me preguntaba si me acostumbraría a esta bolsa que me habían puesto en la barriga. Al principio ni siquiera podía vaciarla yo mismo, pero pronto me acostumbré a hacerlo con la ayuda de la enfermera de ostomía (estomaterapeuta).

Cuando llegué a casa, estaba bastante dolorido, ya que tenía que recuperarme de varias cirugías.

Clive: The first year of living with an ostomy

Dando mi primer paseo

Al cabo de una semana, di mi primer paseo fuera de casa y tras dos semanas ya estaba caminando por el paseo marítimo con algunas paradas intermedias. Las cosas se han hecho mucho más fáciles con el paso del tiempo y ahora vaciar, cambiar y manejar mi bolsa se ha convertido en algo natural.

He tenido alguna fuga por la noche y, a veces, por el día, pero simplemente me limpio y cambio mi dispositivo; no es ninguna molestia. La mitad de las veces ni siquiera recuerdo que lo llevo.

No hay necesidad de una rutina matutina prolongada

Mi rutina habitual por la mañana es afeitarme, ducharme y ponerme una bolsa nueva que me durará hasta la mañana siguiente. La noche anterior dejo preparado todo lo que necesitaré al día siguiente y de esta forma puedo centrarme en el cambio de dispositivo, no suele llevarme más de 5 minutos.

Clive: The first year of living with an ostomy

Un cambio de energía

Antes de mi operación, estaba muy enfermo de Crohn y no podía salir de casa por miedo a tener un "accidente" Además de no tener energía, tenía que ir constantemente al baño, a veces sin éxito, pero ahora puedo salir con confianza, comer fuera y hacer la mayoría de las cosas que solía hacer antes de caer enfermo.

Saber qué consumir

Mi primera salida fue en diciembre, cuando mi familia me llevó de viaje fuera de mi ciudad en Reino Unido. Antes de la cirugía yo pensaba que no volvería a salir, pero ese año pasamos unas Navidades estupendas y pude comer todo lo que me solía gustar sin problemas. Con el tiempo, uno llega a conocer bien las cosas que puede y no puede comer.

Hoy en día, no suelo beber alcohol, pero en Año Nuevo al ser una ocasión especial bebí más de lo habitual lo cual hizo que no me encontrara como habitualmente... culpa mía, por supuesto.

Retomar viejas aficiones

Este año he podido gestionar varios proyectos que tenía parados desde hacía tiempo. El primero fue restaurar mi bicicleta de montaña, que desmonté y mandé repintar con nuevos frenos. Ahora parece una bicicleta nueva. Pronto intentaré probarla, solamente estoy esperando a que mi enfermera me dé luz verde para hacerlo.

En los años 80 era DJ y me gustaría volver a serlo, así que he estado reuniendo algunos equipos y construyendo mis propias luces. Tener la ilusión de volver a pinchar en público está haciendo esté más centrado que nunca en mi recuperación.

Regístrate
To top