Elena, que vive con una ileostomía: Suelo ducharme sin la bolsa, completamente desnuda, para poder lavarme bien alrededor del estoma y dejar la piel bien limpia. Luego me pongo la bolsa una vez que me he duchado.
Tu ostomía es, en muchos sentidos, como si tuvieras una parte del cuerpo completamente nueva: lleva un tiempo acostumbrarse a que algo "nuevo" esté ahí. La hinchazón suele reducirse los 15 primeros días después de la cirugía, por lo que ten en cuenta que el primer mes el estoma podría ser un poco más grande de lo normal.
Un poco de sangre es habitual
El tejido de la ostomía es muy similar al interior de la boca, sin embargo no tiene sensibilidad y su color rojizo es normal, no indica dolor o inflamación, como notarás al tocarlo.
Durante la higiene el estoma podría sangrar un poco porque los vasos sanguíneos están muy cerca de la superficie, pero eso es normal, al igual que el tejido del interior de la boca sangra fácilmente.
No utilizar jabón para la limpieza
Evidentemente, debes manipular tu estoma con cuidado, pero no hay que tener miedo de tocarlo. Para limpiarlo, basta con utilizar agua del grifo, toallitas sin ftalatos o una esponja suave.
El tejido de la ostomía y la piel que lo rodea no necesitan jabón para limpiarse y, de hecho, el jabón podría irritarlo, al igual que las toallitas para bebés, por lo que te recomendamos que utilices toallitas especificas de ostomía que además no interferirán con la adhesividad del disco.
Bañarse con una ostomía
Los dispositivos de ostomía están diseñados para que puedas ducharte o bañate con ellos sin problema. Por lo que dependerá de ti si te duchas con o sin el dispositivo siempre y cuando recuerdes mantener el jabón, los aceites, las cremas, etc. lejos de la ostomía.
Si vas a bañarte con la bolsa de ostomía recuerda usar las pegatinas que vienen en la caja para tapar el filtro, de esta manera seguirá funcionando tras el baño.
Recuerda dejar que tu ostomía y la piel que la rodea se sequen cuidadosamente antes de cubrirla. Puedes utilizar obturadores o gasas para detener el flujo mientras secas la piel.
