Antes de que Morten se sometiera a la ileostomía, era un apasionado del ciclismo. Durante más de 10 años había entrenado y participado en numerosas carreras de la élite danesa.
La operación hizo que temporalmente dejara aparcada una de sus pasiones, el ciclismo. La mayoría de la gente asumió que no volvería a competir al mismo nivel. Pero Morten pensaba lo contrario. No tenía intención de abandonar:
"Desde que me operaron, decidí llevar una vida normal. Vivir con una ostomía ha supuesto, obviamente, algunos cambios prácticos en las rutinas diarias, pero no me ha hecho renunciar a ninguna de mis ambiciones personales ni profesionales".

El sueño de las 10:59:59
De hecho, Morten hizo lo contrario de rendirse: Se propuso un reto que no había conseguido ni siquiera antes de la cirugía: completar la distancia de un ironman en menos de 11 horas. Esto supone unos increíbles 3,8 kilómetros de natación en aguas abiertas, 180 kilómetros de ciclismo y un maratón completo de 42 kilómetros.
Morten pensó que, si lograba esto, conseguiría demostrarse a sí mismo todo de lo que era capaz. Sabía que le costaría mucho trabajo y, por supuesto, el entrenamiento supondría una presión adicional para su dispositivo de ostomía. Pero Morten pronto se dio cuenta de que con los productos de apoyo adecuados podía conseguirlo.
Una bolsa no es el fin
A través de las innumerables horas de duro entrenamiento y gracias a los productos accesorios que permitieron darle la seguridad para concentrarse y disfrutar de su pasión por el deporte, finalmente se sintió preparado a alcanzar su meta y poner a prueba su entrenamiento: Consiguió llegar antes del tiempo que originalmente había imaginado.
Al cruzar la línea de meta en 10:48:59, Morten se demostró por fin a si mismo y al mundo que "Una bolsa no es el final".
De hecho, este es el nombre con el que Morten decidió llamar a su Blog.
