Disfrutar de una comida en un restaurante es una de las grandes alegrías de la vida, y no hay absolutamente ninguna razón por la que no puedas hacerlo después de la operación, suponiendo que tu médico te haya dado luz verde para reanudar una dieta normal.
Puede que ya hayas probado a salir a cenar fuera de casa, pero es totalmente comprensible que aún no te sientas preparado.

Elige un lugar conocido
Sea como fuere, una buena estrategia es empezar por un restaurante conocido y no complicarte a la hora de pedir. No es necesario ser demasiado precavido, sólo hay que ser sensato.
Al principio, sin embargo, es posible que quieras pedir primero un tipo de comida que ya hayas probado en casa y que sepas que te sienta bien. A medida que vayas ampliando tu dieta, te sentirás más seguro y cómodo cuando comas fuera de casa.
Bebe con moderación
Incluso si estás acostumbrado a tomar una copa en casa, lo mejor sería "empezar poco a poco" cuando estés en un restaurante. Un ejemplo sería beber una cerveza pequeña en lugar de una grande.
Esto ayudará a tu cuerpo a volver a crear su tolerancia al alcohol y a disminuir o evitar por completo cualquier reacción.