Volver a la rutina diaria, las aficiones o actividades que solías hacer puede parecer complicado al principio. Es por ello que te recomendamos que empieces poco a poco a recuperar tu rutina ya que es muy probable que te sientas cansado al principio.
Volver al trabajo
Que la ostomía te permita volver al trabajo o no, depende en gran medida de la cirugía a la que te hayas sometido y del consejo de tu médico.
Si estás pensando en volver al trabajo, es importante que valores las opciones que tienes con el responsable de tu equipo, ya que es posible que puedan ofrecerte un horario reducido, durante un periodo inicial, para ir adaptándote poco a poco a los cambios.
Volver a los estudios
El mismo consejo que el mencionado anteriormente es válido para la vuelta a los estudios siempre y cuando te encuentres bien.
Empieza por hablar con el orientador en tu centro de estudios sobre la posibilidad de empezar poco a poco acudiendo solamente a algunas de las clases, para estar seguro de poder llegar a todo.
Tener un día de “prueba”
Unas semanas antes de volver al trabajo o a los estudios, puede ser útil vestirse y planificar el día como si fueras a trabajar o a estudiar, una especie de "ensayo" para establecer una rutina. Ten en cuenta tus comidas y cuántas veces tienes que cambiarte o vaciar la bolsa, y planifica tu día en consecuencia.
María, que vive con una ileostomía: Sigo trabajando 12 horas a la semana. He hablado abiertamente de mi situación y de lo que implica, y ayuda mucho estar rodeada de compañeros que conocen mi historia.
¿A quién hay que decírselo?
Cuando vuelvas al trabajo o a la escuela, depende totalmente de ti si quieres compartir tu situación con las personas con las que te relacionas o no.
Sin embargo, sí que recomendamos que al menos una persona lo sepa. Si en algún momento tienes una emergencia médica, será mucho más fácil si alguien ya sabe de tu operación de ostomía.
Cómo explicar tu nueva situación
Es natural que te preocupe tener que dar explicaciones a gente nueva. Haz lo que te haga sentir más cómodo. A veces, preparar una breve explicación te ayudará a sentirte más tranquilo.
Por ejemplo, puedes explicar brevemente que has pasado por una enfermedad grave y que, por ello, te han operado y ahora llevas una bolsa de ostomía. Evita ser demasiado técnico y estate abierto a las preguntas, sin compartirlas en exceso. Nunca sientas que tienes que explicar los detalles de tu cirugía a todo el que te pregunte.
