Antes de la operación
Asegúrate de descansar mucho antes de la fecha de la operación, ya que tu cuerpo necesitará energía para recuperarse. También puede ser una buena idea meter en la maleta ropa holgada para ponértela a la salida del hospital.
Encontrar la ubicación correcta del estoma
Tu enfermera estomaterapeuta elegirá la mejor ubicación para tu ostomía y te dejará una marca en el lugar en el que recomienda al cirujano que coloque el estoma.
Durante el marcaje del estoma tendrá en cuenta las características específicas de tu cuerpo como pliegues, cicatrices etc. y buscará la mejor ubicación para que te sea cómodo realizar el autocuidado y para reducir el riesgo de complicaciones.
Una vez realizado el marcaje tu enfermera te colocara un dispositivo para asegurarse de que el lugar que ha marcado es el correcto y te pedirá que hagas cambios posturales para confirmar que el dispositivo se adhiere correctamente en todas las posiciones.
Es importante que la ostomía se adapte a la forma de tu cuerpo y que se tenga en cuenta las actividades que realizas en tu día a día (deportes, aficiones, trabajo etc.).
Despertar después de la cirugía
Al despertarte después de la operación, probablemente estarás cansado y un poco desorientado. Intenta recordar que estás en muy buenas manos y que tendrás una guía cercana en cada paso del camino.
Desde el principio estarás llevando tu primera bolsa de ostomía y lo más probable es que sea transparente, para que las enfermeras puedan comprobar fácilmente el estado de tu estoma y de las deposiciones. Pero no te preocupes, podrás cambiar a una bolsa opaca en unos pocos días.
¿Cómo será el estoma? ¿Dolerá?
El estoma sobresaldrá del abdomen y será de color rojo intenso debido a lo cual algunos piensan que "parece que duele". Pero, por el contrario, no hay nervios sensibles en el estoma. El tejido es similar al interior de la boca, y al tocarlo se siente lo mismo: suave, cálido y un poco húmedo.
Es completamente normal sentirse cohibido o incluso inseguro por la ostomía. Pero recuerda que los médicos y las enfermeras que te atienden la han visto muchas veces y que su única preocupación es tu bienestar.
María, enfermera: Siempre les digo a mis pacientes que tienen un
a ostomía que no hay nada que no puedan hacer. Pueden llevar una vida plena y activa, igual que antes de la operación. Todo lo que hacían antes de la operación, también lo pueden hacer después, una vez que se hayan recuperado de la cirugía.
No te alarmes por los tubos y drenajes
También podrías tener varios tubos y drenajes conectados a su cuerpo, no te asustes, aunque pueda parecer un poco abrumador, en realidad se trata de algo perfectamente rutinario.
Algunos de los tubos serán vías intravenosas con suero y medicación para ayudarte a recuperarte, mientras que otros serán drenajes para mantener tu intestino vacío hasta que la ostomía esté lista para funcionar. Todas las vías y drenajes se retirarán pronto con muy pocas molestias, probablemente incluso antes de que te vayas a casa.
Adaptación en casa
Cuando llegue el momento de abandonar el hospital, es conveniente que, en la medida de lo posible, cuentes con amigos o familiares que estén disponibles si lo necesitas en los primeros días tras el regreso a casa.
Mientras estés en el hospital, recibirás formación de tu enfermera de ostomía. Pero, siempre que puedas, es útil que tu pareja u otro familiar cercano participe en la formación, ya que facilitará la continuación de la formación en casa.